Hasta el momento se trata del mayor escándalo en plena pandemia contra la covid-19. Altos funcionarios, entre ellos un presidente de la República, aprovecharon sus influencias para acceder a la vacunación sin respetar la ética y protocolos científicos.
Hace cinco días, el periodista Carlos Paredes, a través de Willax TV, reveló que el ex presidente de la República, Martín Vizcarra, “había sido vacunado”, según fuentes de la embajada China en Perú.
Pero al final no solo fue él, sino además su esposa y hermano mayor…Es más: había una lista con 487 personas más que no formaban parte de ensayos clínicos y fueron beneficiados de manera oculta. La indignación de la población estalló en redes sociales y diferentes plataformas de publicación.
Hasta el presidente de la República, Francisco Sagasti, hizo que mediante una Resolución Suprema, dejará sin efecto, «las gracias a la ex Ministra de Salud (Pilar Mazzetti), por los servicios prestados a la Nación», pues ella nunca comunicó que era una de las que había recibido la vacuna sin autorización alguna.
Lista de las 487 personas que recibieron la vacuna Sinopharm
Entonces, tenemos a un expresidente de la República, las exministras de Salud y Relaciones Exteriores, viceministros, rectores de la Universidad Peruana Cayetano Heredia y la Universidad Nacional Mayor de San Marcos y un dueño de una cadena de chifas (así como lo lee).
También figuran altos funcionarios de escritorio del Ministerio de Salud, un Nuncio Apostólico, empresarios, consultores y médicos que no están en la primera línea de la lucha contra la pandemia de la covid-19.
Alzamos más la alfombra y encontramos los nombres y apellidos de sus respectivas esposas, hijos y cuñadas. Todo un caos y una decepción más para un país que es golpeado fuertemente por la covid-19. La indignación generó el hashtag #VacunaGate.
Pero la publicación de los nombres de las personas que se beneficiaron subrepticiamente de la vacuna no pone punto final a este hecho nefasto, pues el profesor Germán Málaga, investigador de la UPCH, a cargo del Ensayo Clínico en su fase III de la vacuna Sinopharm, todavía tiene que responder más preguntas, pues no puede repartir vacunas como si fueran pastillas para el dolor de cabeza.
(Continuará)
