Los medios de comunicación latinoamericanos enfrentan un escenario que cambia a un ritmo vertiginoso. Las audiencias son más volátiles que nunca, las plataformas digitales han reconfigurado el acceso a la información y los modelos de negocio tradicionales ya no garantizan la sostenibilidad. En este contexto, los medios tienen dos caminos: adaptarse o quedar rezagados.

Por Juan Carlos Luján, columnista.

El Digital News Report del Instituto Reuters y el Estudio de Redes Sociales 2025 de Metricool confirman esta realidad. Ambos informes destacan que los consumidores prefieren acceder a las noticias a través de redes sociales y en formato de video, lo que ha redefinido por completo el consumo de información. Plataformas como TikTok, Instagram y YouTube se han convertido en las fuentes principales para los más jóvenes, desplazando a los medios tradicionales. Además, los algoritmos permiten que cuentas pequeñas logren visibilidad si ofrecen contenido de calidad, democratizando el alcance y desafiando la estructura informativa convencional.

Un usuario impredecible

El consumidor de hoy no es el mismo de hace una década. Su forma de informarse ha cambiado drásticamente. Alterna entre redes sociales, newsletters, podcasts y videos en demanda. La fidelidad a los medios tradicionales se diluye y la oferta de contenidos es más vasta y accesible que nunca.

El sociólogo Zygmunt Bauman, en su concepto de «modernidad líquida«, explica cómo la sociedad contemporánea se caracteriza por la fluidez y el cambio constante. En este contexto, los medios de comunicación deben asumir que la estabilidad es una ilusión y que su capacidad de adaptación define su supervivencia. Por otro lado, Manuel Castells, con su teoría de la «sociedad red», plantea que la información fluye en redes descentralizadas, lo que ha erosionado la influencia de los medios tradicionales y ha empoderado a nuevos actores digitales. Finalmente, Alvin Toffler, en su concepto de la «tercera ola», anticipó una transformación digital en la que los modelos de producción de información se fragmentarían y personalizarían, dando paso a un ecosistema informativo donde los usuarios también generan contenido y determinan su consumo de manera autónoma.

El Análisis del Ecosistema de Información del Sur de Perú, realizado por el Instituto de Estudios Peruanos (IEP) en coordinación con Internews entre junio y julio de 2023, refuerza también esta tendencia. La investigación, que abarcó ocho departamentos del sur del país (Apurímac, Arequipa, Ayacucho, Cusco, Ica, Moquegua, Puno y Tacna), muestra que más de la mitad de los encuestados (437) prefiere informarse a través de redes sociales, cifra que aumenta considerablemente entre los menores de 40 años. Además, 8 de cada 10 encuestados utilizan plataformas como Facebook, TikTok o WhatsApp para encontrar, leer o mirar noticias semanalmente.

Las redes sociales no solo dominan el acceso a la información, sino que también son el medio en que más confía la población: el 37% de los encuestados las considera su principal fuente confiable de noticias, por encima de la radio (21%) y la televisión (18%). Asimismo, cuando se les pregunta a quiénes consideran fuentes confiables de información, tanto los periodistas (29%) como los amigos y familiares (28%) tienen un nivel de confianza casi equivalente. ¿El resultado? Un ecosistema altamente competitivo donde la relevancia depende de la capacidad de adaptación y atracción.

El modelo de negocio ya no puede ser estático

Antaño, los medios proyectaban sus ingresos con planificación anual. Hoy, este enfoque es un riesgo. La insistencia en modelos de ingresos anuales fijos puede llevar a pronósticos errados y decisiones estratégicas tardías. Medios que no flexibilizan su modelo financiero pueden enfrentarse a caídas abruptas de ingresos publicitarios o cambios en los hábitos de consumo que afectan su rentabilidad. Un plan anual inmutable ya no es suficiente para enfrentar la volatilidad del ecosistema digital.

Ejemplos recientes han demostrado que la falta de adaptación puede tener consecuencias catastróficas. Medios como The Washington Post han enfrentado dificultades para sostener su crecimiento a pesar de su expansión digital, mientras que gigantes como la división de noticias de BuzzFeed News tuvieron que cerrar sus operaciones debido a un modelo financiero insostenible. En América Latina, las crisis de varias publicaciones son más que evidentes: despidos progresivos, reducción de personal y cierres de medios que no lograron integrar a tiempo modelos digitales eficaces.

La rapidez con la que cambian las preferencias de la audiencia obliga a estrategias dinámicas, basadas en la observación constante y la experimentación. Se impone la necesidad de ajustes en tiempo real, midiendo el impacto de cada contenido y adaptando la monetización según la demanda.

Para responder a este desafío, los medios deben abandonar estructuras inamovibles y adoptar enfoques iterativos. Esto implica:

  • Definir objetivos en ciclos cortos: En lugar de estrategias anuales, trabajar con metas trimestrales o incluso mensuales.
  • Análisis de datos en tiempo real: Monitorear el rendimiento del contenido y ajustar estrategias sobre la marcha.
  • Pruebas A/B constantes: Experimentar con formatos, estilos y narrativas para determinar qué genera más impacto.

Estrategias para un futuro sostenible

El panorama digital exige innovación continua. Algunas estrategias efectivas incluyen:

  • Modelos de suscripción flexible: Ofrecer contenido premium en distintos niveles de acceso.
  • Publicidad programática y segmentada: Adaptar los anuncios según el comportamiento del usuario.
  • Eventos y experiencias digitales: Webinars, entrevistas exclusivas y reportajes especiales monetizados.
  • Colaboraciones con creadores de contenido: Trabajar con influencers y periodistas independientes para ampliar el alcance.
  • Capacitaciones y educación digital: Crear cursos y talleres que diversifiquen las fuentes de ingresos.

Lecciones de los grandes jugadores

Casos como el de «The New York Times», que transformó su modelo de negocio en suscripciones digitales, o el de «El País», que logró 400.000 suscriptores en menos de cinco años, demuestran que la adaptación no solo es posible, sino rentable. Me detengo aquí para compartir un último dato de Ismael Nafría, autor del libro «La reinvención de The New York Times». En su newsletter “Tendencias”, reveló días atrás que el diario neoyorquino sumó 350.000 nuevos suscriptores digitales en el cuarto trimestre del 2024 y tiene ya 11,43 millones de suscriptores en total.

En América Latina, los medios que comprendan que su modelo de negocio debe estar en evolución constante serán los que logren consolidarse en este nuevo ecosistema informativo. No pueden seguir operando con los mismos paradigmas del pasado. La transformación digital es una realidad ineludible y la única forma de garantizar la sostenibilidad es asumir un enfoque ágil, basado en la observación y la experimentación constante. No basta con producir contenido: hay que comprender a las audiencias, anticiparse a sus necesidades y monetizar inteligentemente cada oportunidad que el entorno digital ofrece.

Grandes conglomerados han comenzado a redirigir sus inversiones hacia modelos más flexibles. «The New York Times» ha adoptado modelos de suscripción que se ajustan según las necesidades del usuario, mientras que plataformas como Substack y Medium han demostrado que el contenido segmentado y personalizado puede generar ingresos sostenibles. En América Latina, varios medios han explorado la combinación de estrategias como suscripción, publicidad programática y eventos en vivo para diversificar su flujo de ingresos. Otros comienzan a explorar el uso de la inteligencia artificial generativa para desarrollar nuevos productos o espacios que les permitan llegar a lectores jóvenes. Desde chatbots, como el que usa Time para elegir al personaje del año, análisis de datos, hasta la obtención de resúmenes (casos de Bloomberg y Corporación Noruega de Radiodifusión (NRK) para las notas a publicar en línea.

Los medios de comunicación no pueden seguir operando con los mismos paradigmas del pasado. La transformación digital es una realidad ineludible y la única forma de garantizar la sostenibilidad es asumir un enfoque ágil, basado en la observación y la experimentación constante. No basta con producir contenido: hay que comprender a las audiencias, anticiparse a sus necesidades y monetizar inteligentemente cada oportunidad que el entorno digital ofrece. La disrupción no es el enemigo, es la oportunidad de reinventarse.

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