El Instituto Geofísico del Perú emplea su radar ionosférico —el más grande del mundo— para monitorear posibles alteraciones en la atmósfera y campos magnéticos tras el anuncio de la NASA.

Una inmensa tormenta solar, detectada por la NASA el último miércoles 15 de mayo, ha activado las alarmas entre las comunidades científicas del mundo, incluida la peruana. Con una extensión aproximada de un millón de kilómetros de diámetro, esta eyección de masa coronal podría rozar o impactar directamente la atmósfera terrestre, desencadenando una serie de efectos electromagnéticos.

Ante este escenario, el Instituto Geofísico del Perú (IGP), organismo adscrito al Ministerio del Ambiente (Minam), ha iniciado un monitoreo intensivo y especializado. Utilizando su radar ionosférico ubicado en el distrito de Lurigancho-Chosica —el más grande del mundo en su tipo— los investigadores de la Dirección de Geoespacio del IGP buscan identificar posibles alteraciones en la alta atmósfera y en el campo magnético terrestre.

“El equipo de científicos del IGP se encuentra en alerta permanente para seguir la evolución de esta tormenta solar. Estaremos realizando mediciones continuas durante al menos cinco días, que es el tiempo estimado para que estas ondas solares lleguen a nuestro planeta”, indicó el equipo del IGP en un comunicado.

FOTO: IGP

¿Qué es una tormenta solar y por qué podría afectarnos?

Las tormentas solares son liberaciones masivas de partículas cargadas y energía desde la superficie del Sol. Cuando estas eyecciones llegan a la Tierra, pueden interactuar con el campo magnético y la ionosfera, generando efectos que van desde auroras polares hasta serias interferencias en comunicaciones, satélites y sistemas eléctricos.

Según el IGP, estos eventos pueden provocar interferencias en las señales de radio y GPS, así como daños en redes eléctricas y satélites. En casos extremos, las tormentas solares también han llegado a provocar apagones en distintas regiones del mundo.

Entre los efectos visibles, están las auroras boreales (en el hemisferio norte) y australes (en el sur), fenómenos de luz que resultan del choque de partículas solares con átomos de la atmósfera terrestre.

Vigilancia desde el radar más avanzado del planeta

El radar ionosférico del IGP, clave en este monitoreo, se encuentra en la estación científica de Jicamarca, en Lurigancho-Chosica. Este instrumento de alta tecnología opera mediante señales de radiofrecuencia para estudiar la dinámica del clima espacial sobre el Perú, una región clave por su ubicación en la zona ecuatorial.

“El radar nos permite detectar cambios en la compatibilidad electromagnética (EMC) y otras alteraciones en tiempo real. Esto es vital para entender cómo estas tormentas afectan la atmósfera superior y el entorno electromagnético terrestre”, explicaron los especialistas de la Dirección de Geoespacio.

Además del radar, el IGP cuenta con una red de instrumentación complementaria instalada en diversas regiones del país, lo que le permite ofrecer una cobertura detallada del comportamiento del clima espacial.

Un ciclo solar en su punto más alto

Esta gigantesca tormenta solar ocurre en un momento crítico del ciclo solar. Este ciclo, que dura aproximadamente once años, se encuentra actualmente en su fase de máxima actividad, lo que incrementa la frecuencia e intensidad de fenómenos como las eyecciones de masa coronal (EMC) y las fulguraciones solares.

Durante estas etapas de máxima, las posibilidades de tormentas solares significativas aumentan, lo que obliga a los centros de monitoreo a reforzar su vigilancia y alertar a las autoridades y a la población sobre eventuales riesgos.

Información de servicio y divulgación

El IGP ha reiterado su compromiso con la difusión de información científica confiable y oportuna. Por ello, continuará emitiendo reportes periódicos sobre esta tormenta solar y sus posibles efectos en el territorio nacional.

La entidad también recordó que, aunque el Perú no se encuentra entre los países de mayor riesgo frente a estos fenómenos, su ubicación en la zona ecuatorial convierte al país en un observatorio natural privilegiado para la investigación del clima espacial.

“Este tipo de eventos nos brinda una oportunidad invaluable para generar datos científicos que serán compartidos con instituciones nacionales e internacionales dedicadas al estudio del Sol y su influencia en la Tierra”, puntualizó el IGP.

Recomendaciones ante posibles efectos

Aunque los efectos directos de esta tormenta solar en el Perú podrían ser mínimos, el Minam y el IGP recomiendan a la población estar atentos a las comunicaciones oficiales, especialmente si se producen alteraciones en los sistemas de navegación satelital o interferencias en las comunicaciones radiales.

Asimismo, instituciones que dependen de infraestructura tecnológica crítica —como telecomunicaciones, aviación y energía— han sido alertadas para que adopten medidas preventivas en caso se materialicen impactos significativos.

*En la creación de este texto se usaron herramientas de inteligencia artificial.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí