Las altas temperaturas y la intensa radiación UV en Perú hacen imprescindible el uso correcto del protector solar. Sin embargo, errores comunes como aplicarlo solo en la playa, usar poca cantidad o no reaplicarlo reducen su efectividad. Expertos recomiendan aplicarlo a diario, en la cantidad adecuada y complementarlo con otras medidas de fotoprotección.
El calor extremo en Perú está alcanzando niveles históricos, con temperaturas de hasta 39 °C en el norte y más de 30 °C en Lima, según el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi). Este fenómeno, influenciado por El Niño Costero, trae consigo una radiación ultravioleta (UV) extremadamente alta, con índices de hasta 17 en la sierra y 15 en la costa. En este contexto, la protección solar se vuelve más esencial que nunca.
Sin embargo, a pesar de que el uso de protector solar es cada vez más común, muchos cometen errores al aplicarlo, reduciendo su efectividad y dejando la piel vulnerable al daño solar. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), hasta el 80 % del envejecimiento prematuro es causado por la radiación UV. Para garantizar una protección adecuada, la dermatóloga Danney Gómez, especialista de L’Oréal Paris, señala cinco errores frecuentes y explica cómo evitarlos.
1. Usarlo solo en la playa o piscina
Uno de los errores más habituales es considerar el protector solar como un producto exclusivo para días de verano en la playa o la piscina. Sin embargo, la radiación UV está presente todo el año, incluso en días nublados o en entornos urbanos. La recomendación es aplicarlo diariamente, sin importar si se sale o se permanece en casa.
2. Aplicar muy poca cantidad
La efectividad del protector solar depende en gran medida de la cantidad aplicada. Según los especialistas, la cantidad recomendada es:
- Una cucharadita de producto para el rostro, orejas, cuello y dorso de las manos.
- Una cantidad similar para cada brazo.
- Para el cuerpo completo, se requiere aproximadamente un vaso pequeño de protector solar.
Aplicar menos de lo recomendado reduce significativamente la protección contra los rayos UV.
3. Olvidar su reaplicación
Muchos creen que basta con aplicar el protector solar una vez al día. Sin embargo, este pierde efectividad con el tiempo, el sudor y el contacto con el agua. Para garantizar una protección óptima, debe reaplicarse cada tres horas y con mayor frecuencia si se está al aire libre o se suda en exceso.
4. Descuidar ciertas zonas del cuerpo
Existen áreas del cuerpo que a menudo se pasan por alto al aplicar protector solar, como las orejas, el cuello, el dorso de las manos y los labios. Sin embargo, estas zonas también están expuestas a la radiación UV y pueden sufrir daños como envejecimiento prematuro y, en casos extremos, cáncer de piel.
5. No complementar con otras medidas de protección
Si bien el protector solar es una herramienta clave para la fotoprotección, no es suficiente por sí solo. Para una protección completa, se recomienda combinarlo con otras medidas como:
- Uso de sombreros de ala ancha para proteger el rostro y el cuello.
- Gafas de sol con filtro UV para cuidar la piel sensible alrededor de los ojos.
- Ropa con protección UV, que reduce la exposición directa del cuerpo al sol.
Según la dermatóloga Danney Gómez, la clave para una protección efectiva no está solo en el producto, sino en la correcta aplicación y en la adopción de hábitos de fotoprotección. «El sol impacta la piel en todo momento, no solo en la playa. Por eso, es fundamental elegir un fotoprotector de amplio espectro con una textura ligera y resistente, como UV Defender Fluido FPS 50+. Pero la protección no depende solo del producto: aplicarlo en la cantidad adecuada, reaplicarlo cada tres horas y complementarlo con otros hábitos de fotoprotección es lo que realmente marcará la diferencia a largo plazo”, afirma la especialista.
La exposición prolongada y sin protección a la radiación UV puede causar daños más allá del enrojecimiento o las quemaduras solares. Entre los efectos más graves se encuentran:
- Manchas y pigmentación irregular: el sol activa la producción de melanina, lo que puede generar hiperpigmentación.
- Pérdida de elasticidad: la radiación UV rompe las fibras de colágeno, favoreciendo la flacidez y la formación de arrugas.
- Riesgo de cáncer de piel: la exposición acumulativa sin protección aumenta las probabilidades de desarrollar melanoma y otros tipos de cáncer cutáneo.
Cómo elegir el protector solar adecuado
No todos los protectores solares son iguales. Para una protección efectiva, es importante considerar:
- Factor de protección solar (FPS) 50+, especialmente en climas con alta radiación UV.
- Protección de amplio espectro, que cubra tanto rayos UVA (responsables del envejecimiento) como UVB (causantes de quemaduras).
- Textura ligera y resistente al agua, ideal para uso diario y actividades al aire libre.
Proteger la piel del sol no solo es una cuestión estética, sino de salud. Incluir el protector solar en la rutina diaria es una inversión a largo plazo para prevenir el envejecimiento prematuro y enfermedades cutáneas. Con pequeños cambios en la aplicación y el uso correcto del protector solar, es posible disfrutar del sol sin comprometer la salud de la piel.
*En la creación de este texto se usaron herramientas de inteligencia artificial.
FOTO PRINCIPAL: Moose Photos