La ansiedad crónica puede afectar profundamente la vida cotidiana. Una experta de Mayo Clinic ofrece once recomendaciones clave para afrontarla de manera efectiva y mejorar el bienestar general.
Sentir ansiedad de vez en cuando es parte de la experiencia humana. Sin embargo, cuando esos sentimientos de temor, nerviosismo y pánico se vuelven recurrentes, intensos y desproporcionados, pueden señalar la presencia de un trastorno de ansiedad. Esta condición afecta la calidad de vida, interfiere con las relaciones interpersonales y puede impedir que una persona cumpla con sus actividades diarias con normalidad.
En una alerta del experto emitida por el Sistema de Salud de Mayo Clinic, la enfermera practicante en Psiquiatría y Psicología, Siri Kabrick, compartió 11 recomendaciones para ayudar a quienes viven con un trastorno de ansiedad a sobrellevar la situación. Estas estrategias están pensadas como complemento a los tratamientos médicos, y pueden ser de gran utilidad para recuperar una sensación de control.
“Estos sentimientos de ansiedad y pánico pueden interferir con las actividades diarias y ser difíciles de controlar”, explica Kabrick. “Son desproporcionados con respecto al peligro real y pueden hacer que usted evite lugares o situaciones”.
Los síntomas más comunes de un trastorno de ansiedad incluyen una sensación constante de peligro, hiperventilación, palpitaciones, sudoración, temblores, pensamientos obsesivos e incluso conductas de evitación. Cuando estos signos persisten y limitan la vida de quien los padece, es momento de buscar atención profesional.
“Aunque muchas personas con trastornos de ansiedad necesitan psicoterapia o medicamentos para controlarla, los cambios en el estilo de vida y las estrategias de afrontamiento también pueden marcar la diferencia”, indica la especialista.
A continuación, el listado completo con las once recomendaciones que propone Siri Kabrick:
1. Evite el alcohol y las drogas recreativas
Estas sustancias pueden provocar o intensificar los síntomas de ansiedad. Si dejar de consumirlas resulta difícil, es recomendable buscar ayuda profesional o sumarse a grupos de apoyo especializados.
2. Coma alimentos saludables
Aunque aún se investiga la relación entre nutrición y salud mental, una dieta equilibrada con frutas, verduras, granos integrales y pescado puede contribuir a reducir la ansiedad.
3. Identifique los desencadenantes
Reconocer las situaciones que generan ansiedad es clave. Con ese conocimiento, se pueden aplicar con anticipación las estrategias aprendidas con el terapeuta, facilitando así una mejor respuesta emocional.
4. Manténgase físicamente activo
El ejercicio regular no solo mejora la salud física, también es un potente reductor del estrés. Comenzar con caminatas cortas y progresar a una rutina más intensa puede tener beneficios emocionales significativos.
5. Aprenda sobre su trastorno
Comprender qué lo está afectando es fundamental. Conversar con el equipo médico sobre causas, diagnósticos y alternativas de tratamiento permite tomar decisiones más informadas. Además, involucrar a familiares y amigos puede ser un gran soporte.
6. Dé prioridad al sueño
Dormir bien no es un lujo, es una necesidad. Establecer rutinas de descanso y, si es necesario, consultar con un profesional de salud, puede ayudar a mejorar la calidad del sueño y reducir la ansiedad.
7. Deje de fumar y reduzca o evite la cafeína
Tanto la nicotina como la cafeína son estimulantes que pueden intensificar los síntomas de ansiedad. Reducir o eliminar su consumo puede ser un paso importante hacia el equilibrio emocional.
8. Socialice
La ansiedad puede llevar al aislamiento, pero mantener vínculos afectivos ayuda a mitigar el impacto emocional. Buscar espacios seguros para socializar y hablar de lo que se siente puede aliviar la carga mental.
9. Siga su plan de tratamiento
Tomar los medicamentos según las indicaciones y asistir con regularidad a la terapia son prácticas esenciales. La constancia y la disciplina aumentan la eficacia del tratamiento a largo plazo.
10. Utilice técnicas de manejo del estrés
La meditación, la respiración consciente, el yoga y otras técnicas de relajación ayudan a reducir la tensión corporal y emocional. Estas herramientas pueden usarse tanto como prevención como en momentos de crisis.
11. Escriba en un diario
Registrar pensamientos y emociones permite identificar patrones, desencadenantes y progresos. Este recurso también sirve como guía para el terapeuta, ayudando a ajustar el enfoque del tratamiento.
Los trastornos de ansiedad son más comunes de lo que se cree y tienen múltiples manifestaciones. Afortunadamente, existen caminos para tratarlos de forma efectiva. Más allá de las recomendaciones generales, es fundamental no subestimar los síntomas y acudir a profesionales de salud mental capacitados.
Con apoyo clínico, cambios en el estilo de vida y estrategias adaptadas a cada persona, es posible vivir con menos ansiedad y mayor bienestar.
*En la creación de este texto se usaron herramientas de inteligencia artificial.
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