La conjuntivitis es una de las afecciones oculares más comunes, especialmente durante el verano. Factores como el calor, la exposición solar y las visitas a playas y piscinas aumentan su incidencia. Sigue estas seis recomendaciones clave para proteger tus ojos y evitar complicaciones.

La conjuntivitis, conocida también como «ojo rojo», es una inflamación de la conjuntiva, la delgada membrana que recubre el interior de los párpados y la parte blanca del ojo. Esta afección puede tener diferentes orígenes: viral, bacteriano o alérgico, siendo la viral la más frecuente, especialmente durante los meses de verano. Según el Ministerio de Salud, en el Perú se reportan más de 3.000 casos anuales, afectando mayormente a adultos entre 21 y 60 años y a niños menores de 3 años.

Si detecta alguno de los primeros síntomas lo ideal es recurrir a un especialista. Foto: Difusión.

La Dra. Marleni Mendoza, oftalmóloga y asesora científica de Laboratorios Lansier, advierte que el verano es una temporada de mayor riesgo para contraer conjuntivitis debido a factores como el cloro en piscinas, la exposición al sol y el contacto con superficies contaminadas en espacios concurridos. «El cloro, aunque es un agente desinfectante, puede irritar los ojos y debilitar su defensa natural, mientras que los rayos UV y el polvo incrementan los cuadros alérgicos», explica.

Entre los principales síntomas de la conjuntivitis se encuentran el enrojecimiento ocular, picazón, lagrimeo excesivo, sensación de arenilla, sensibilidad a la luz y, en los casos bacterianos, secreción amarillenta o verdosa. Ante la aparición de estos signos, es fundamental no automedicarse y acudir a un especialista.

el Perú se reportan más de 3.000 casos anuales, afectando mayormente a adultos entre 21 y 60 años y a niños menores de 3 años.

Para prevenir esta afección, la Dra. Mendoza comparte seis recomendaciones fundamentales:

  1. Usar lentes de sol con protección UV:
    Proteger los ojos de los rayos ultravioleta no solo evita irritaciones, sino que también previene daños a largo plazo. «Unas buenas gafas de sol son esenciales para cuidar la salud ocular en verano», enfatiza la especialista.
  2. Evitar frotarse los ojos:
    Este hábito, que puede parecer inofensivo, aumenta significativamente el riesgo de infecciones. «Muchas veces nuestras manos están contaminadas, y al frotarnos los ojos transferimos virus o bacterias directamente», explica.
  3. Lavarse las manos frecuentemente:
    Una buena higiene es clave para reducir la transmisión de agentes infecciosos. «El simple acto de lavarse las manos con frecuencia puede marcar la diferencia entre tener un verano saludable o uno lleno de molestias», señala la doctora.
  4. Usar agua limpia en piscinas:
    Al elegir piscinas bien tratadas y evitar abrir los ojos bajo el agua sin gafas protectoras, se reduce el riesgo de irritación y contagio. «El agua contaminada es un foco común de infecciones en esta temporada», advierte Mendoza.
  5. Evitar el uso compartido de toallas o maquillaje:
    Estos objetos personales pueden ser vehículos de contagio, especialmente en entornos como playas o piscinas. La Dra. Mendoza subraya: «El cuidado personal incluye evitar compartir elementos que entren en contacto con los ojos».
  6. Mantener una alimentación balanceada:
    Consumir alimentos ricos en vitamina A, como zanahorias y espinacas, fortalece la salud ocular. «Una dieta equilibrada no solo beneficia la visión, sino también el sistema inmunológico en general», menciona la especialista.

Además de estas recomendaciones, la oftalmóloga insiste en la importancia de consultar a un profesional ante cualquier signo de alarma. «El uso inadecuado de gotas oftálmicas, especialmente aquellas con preservantes, puede empeorar el cuadro. Siempre es mejor buscar orientación médica», subraya.

Por otro lado, aconseja evitar el uso de lentes de contacto mientras persistan las molestias y mantener una correcta limpieza ocular. «El verano es una época para disfrutar, pero también para ser responsables con nuestra salud. Siguiendo estas recomendaciones, no solo protegerás tu visión, sino que también evitarás complicaciones que puedan empañar tus vacaciones», concluye.

La conjuntivitis es una condición tratable y, en la mayoría de los casos, evitable con medidas simples pero efectivas. Recuerda que la prevención es clave para disfrutar de un verano saludable y sin contratiempos. Ante cualquier duda o molestia, no dudes en acudir a tu oftalmólogo de confianza. Tu salud ocular lo agradecerá.

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