Verano intenso: ¿Por qué los niños y adultos mayores se deshidratan más rápido? Identifica las amenazas que rodean a los menores y mayores de la casa en los días soleados

Con la llegada del verano y el aumento de las temperaturas, la deshidratación se convierte en un problema de salud pública, especialmente para los grupos más vulnerables: niños y adultos mayores. Los expertos en salud advierten que la falta de una hidratación adecuada puede traer graves consecuencias para la salud, desde mareos y fatiga hasta golpes de calor potencialmente mortales.

La Dra. Romy Mayta, médico especialista de B Braun, advierte que “aunque la deshidratación puede afectar a cualquier persona, la falta de líquidos en el cuerpo es especialmente peligrosa para estos grupos, ya que sus características biológicas y fisiológicas aumentan su susceptibilidad”. Por ello, enfatiza la importancia de consumir abundante agua o bebidas hidratantes con al menos 50 miliequivalentes de sodio.

FOTO: B Braun

¿Por qué los niños son más propensos a la deshidratación?

Los niños tienen una mayor vulnerabilidad ante la pérdida de líquidos debido a diversas razones fisiológicas y de comportamiento.

🔹 Mayor proporción de agua en el cuerpo
Los niños, especialmente los más pequeños, tienen un porcentaje más alto de agua en su organismo en comparación con los adultos. Esto hace que pierdan líquidos con mayor rapidez a través del sudor, la orina y la respiración.

🔹 Dificultad para regular la temperatura
Su sistema de termorregulación aún no está completamente desarrollado, lo que los hace menos eficientes para adaptarse a cambios de temperatura bruscos, como los que ocurren durante olas de calor.

🔹 Mayor actividad física
Los niños son naturalmente activos, lo que incrementa la producción de sudor y, en consecuencia, la pérdida de líquidos. La deshidratación puede agravarse cuando juegan al aire libre sin una reposición adecuada de agua.

🔹 Menor percepción de la sed
A menudo, los niños no reconocen ni expresan su necesidad de hidratación, lo que puede retrasar la ingesta de líquidos hasta que ya están deshidratados.

Factores que aumentan la deshidratación en adultos mayores

El envejecimiento conlleva cambios fisiológicos que incrementan el riesgo de deshidratación, incluso cuando la persona no percibe directamente la falta de líquidos.

🔹 Disminución de la sensación de sed
Con la edad, el cuerpo pierde la capacidad de detectar la deshidratación a tiempo, lo que lleva a un menor consumo de líquidos. Muchas veces, cuando los adultos mayores sienten sed, ya se encuentran en un estado de deshidratación leve o moderada.

🔹 Funcionamiento renal reducido
Los riñones de los adultos mayores son menos eficientes en la conservación de agua, provocando una pérdida más rápida de líquidos. Además, algunos medicamentos comunes en esta etapa, como los diuréticos, pueden contribuir a la eliminación excesiva de agua.

🔹 Presencia de enfermedades crónicas
Patologías como la diabetes, la insuficiencia renal y las enfermedades cardíacas pueden afectar el equilibrio de líquidos en el cuerpo, incrementando la susceptibilidad a la deshidratación.

🔹 Dificultades físicas para hidratarse
Los problemas de movilidad o la falta de acceso inmediato a agua pueden hacer que algunos adultos mayores no consuman líquidos con la frecuencia necesaria, especialmente aquellos que viven solos o tienen dificultades para comunicarse.

Consejos para prevenir la deshidratación en niños y adultos mayores

Para reducir el riesgo de deshidratación durante el verano, los especialistas recomiendan:

Asegurar una ingesta adecuada de líquidos: Beber agua regularmente, incluso sin sensación de sed. Se pueden incluir jugos naturales o bebidas con electrolitos en caso de exposición prolongada al calor.

Evitar la exposición excesiva al sol: Especialmente en las horas de mayor radiación (entre las 10 a. m. y las 4 p. m.). Es recomendable buscar sombra o espacios frescos.

Vestimenta adecuada: Usar ropa ligera y de colores claros que ayude a mantener una temperatura corporal estable.

Incentivar la hidratación en los niños: Ofrecer agua constantemente y recordarles la importancia de beber líquidos después de jugar o realizar actividad física.

Supervisar a los adultos mayores: Asegurar que tengan acceso a agua y que consuman líquidos con regularidad.

La deshidratación es un problema prevenible con medidas sencillas. Mantenerse bien hidratado es clave para evitar complicaciones de salud y disfrutar del verano de manera segura.

*En la creación de este texto se usaron herramientas de inteligencia artificial.

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