La investigación fue dirigida por la bióloga Valia Herrera del Departamento de Herpetología del Museo de Historia Natural de la Universidad Nacional Mayor
de San Marcos (UNMSM).
Un equipo de biólogos describe una nueva especie de rana arlequín (Atelopus moropukaqumir), ubicado en el bosque nublado de la localidad de Anchihuay, distrito de Anco, en la región de Ayacucho, situado a 2000 m s. n. m.
Este estudio, a cargo de la especialista Valia Herrera del Departamento de Herpetología del Museo de Historia Natural de la UNMSM, representa el primer registro del género Atelopus para la mencionada región peruana.
El anfibio encontrado tiene un tamaño de máximo de 21.5 mm en hembras y de 21.6 mm en machos (medidas de hocico-cloaca) y se parece a la rana A. erythropus en su aspecto general. Pero puede ser distinguida por su patrón de coloración ventral único, la textura dorsal de su piel y por la forma del hocico.
Recuperación de ranas
Los investigadores señalan en su estudio publicado a fines de setiembre del presente años, en la revista científica Zootaxa, que este animal tiene el color verde con manchas rojas. También informan que en un contexto de posible extinción, el descubrimiento de una población al sur de Perú es significativo y renueva las esperanzas de persistencia y recuperación de las ranas arlequín.
Pero ante la detección del hongo patógeno Batrachochytrium dendrobatidis en individuos de la nueva especie es reconocida como una amenaza importante para la supervivencia de las ranas arlequines. La pérdida de hábitat, además, en la única localidad conocida para la nueva especie, pone aún en mayor riesgo su subsistencia.
La investigadora Valia Herrera comentó: «Por un lado tenemos al hongo quitridio (Batrachochytrium dendrobatidis), que es una de las amenazas más grandes para estas ranitas, que incluso ha puesto en riesgo a más del 80% de las especies de este género (Atelopus) a nivel mundial. Y por otro lado, la deforestación de sus hábitats y quema de bosques producto del incremento de los campos de cultivo y ganadería».
La investigación contó con la participación de investigadores del Departamento de Herpetología del Museo de Historia Natural de la UNMSM; la Universidad Internacional de Florida, Miami (EE.UU.); y del Museo de Historia Natural de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Nacional de San Cristóbal de Huamanga.