Aunque cada vez más personas intentan reciclar en casa o en espacios públicos, errores comunes como mezclar residuos o usar bolsas inadecuadas dificultan que este proceso sea realmente efectivo. Una especialista advierte sobre los hábitos que debemos corregir para cuidar el medio ambiente.
En el marco del Día Mundial del Reciclaje, que se celebra cada 17 de mayo, miles de personas en el Perú y el mundo se suman a actividades y campañas que promueven la correcta gestión de residuos. Sin embargo, en el entusiasmo por contribuir, muchas veces se pasan por alto errores que comprometen seriamente la efectividad del reciclaje.
“Muchas veces, por desconocimiento, en casa no tenemos los tachos o recipientes necesarios para separar bien nuestros residuos. Al final, todo se mezcla en un solo lugar y eso complica el reciclaje, porque lo que podría aprovecharse se termina perdiendo”, advierte Miriam Herrera, jefe de Responsabilidad Social de la Universidad Norbert Wiener.
La especialista detalla cuáles son los cinco errores más comunes al momento de reciclar y ofrece recomendaciones clave para corregirlos.
1. Falta de recipientes adecuados
Uno de los fallos más extendidos es usar un solo tacho para todo tipo de basura. Esta práctica, aunque cómoda, impide que los materiales reciclables puedan ser tratados correctamente. La solución es sencilla pero efectiva: disponer al menos tres recipientes diferenciados en casa. Uno debe ser destinado a los residuos orgánicos (restos de comida), otro para los reciclables (papeles, plásticos, cartones limpios, etc.) y un tercero para los residuos no reciclables.
Este sistema no solo facilita la clasificación desde el origen, sino que también mejora la eficiencia del proceso cuando los desechos llegan a las plantas de tratamiento.
2. Usar bolsas inadecuadas
La elección de la bolsa también puede marcar la diferencia. En muchas ocasiones se utilizan bolsas opacas o de materiales no adecuados, lo que dificulta la inspección visual del contenido por parte del personal de recolección. La recomendación es optar por bolsas transparentes o de colores específicos, según las normas del distrito o el sistema de reciclaje local.
Informarse sobre las prácticas y requisitos del servicio de recolección de residuos del municipio es esencial para que nuestras buenas intenciones no se conviertan en un obstáculo.
3. Mezclar residuos orgánicos con reciclables
Un error frecuente y crítico es combinar restos de comida con materiales que podrían reciclarse, como papel, cartón o envases plásticos. La contaminación de estos materiales los inutiliza para el reciclaje. Por ejemplo, una caja de cartón con restos de grasa o líquidos ya no será útil para ser procesada.
Por ello, es fundamental limpiar y secar bien los envases antes de desecharlos, y mantener separados los residuos orgánicos de los demás. Este pequeño gesto puede tener un gran impacto en la calidad del material recuperado.
4. Botar residuos peligrosos con la basura común
Los residuos peligrosos, como pilas, baterías, luminarias o aparatos electrónicos, no deben ser desechados junto con la basura doméstica. Este error, además de comprometer el medio ambiente, puede afectar la salud de las personas.
“El tratamiento de los RAEE (Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos) requiere de un manejo especial. En la Universidad Norbert Wiener, por ejemplo, trabajamos con aliados estratégicos para recolectar estos residuos de nuestros estudiantes, docentes y colaboradores, así darles el tratamiento adecuado”, explica Herrera.
Para disponer de estos residuos de forma responsable, es ideal llevarlos a puntos de acopio especializados o participar en campañas de recolección segura, que suelen ser organizadas por municipalidades, centros educativos o instituciones comprometidas con la sostenibilidad.
5. Creer que todo lo que lleva el símbolo de reciclaje puede reciclarse
Este es uno de los mitos más extendidos en torno al reciclaje. Muchos consumidores asumen que todo producto que muestra el símbolo de reciclaje es efectivamente reciclable, lo cual no es del todo cierto.
“Aunque muchos productos llevan ese símbolo, no todos los materiales son aptos para ser reciclados. Algunos están contaminados o no existen medios adecuados para tratarlos”, precisa Miriam Herrera.
Por ejemplo, algunos tipos de plásticos con ciertos códigos de identificación o materiales mixtos son muy difíciles de reciclar, aunque tengan el símbolo correspondiente. Aquí lo más recomendable es informarse sobre qué materiales acepta el sistema de reciclaje de tu distrito, para así tomar decisiones más responsables en el consumo.
Reciclar, una tarea colectiva
Corregir estos errores no requiere de grandes inversiones ni cambios drásticos. Basta con información clara, voluntad y un poco de organización en casa para transformar la intención en impacto positivo. Adoptar hábitos adecuados de reciclaje es una de las maneras más efectivas y accesibles de contribuir con el planeta.
Además, el reciclaje tiene un efecto multiplicador: educar desde casa y compartir buenas prácticas en la comunidad promueve una cultura de responsabilidad ambiental.
Este Día Mundial del Reciclaje es una oportunidad para revisar nuestras rutinas y adoptar hábitos más conscientes. Separar, limpiar y disponer correctamente nuestros residuos puede marcar la diferencia.
*En la creación de este texto se usaron herramientas de inteligencia artificial.