La hemofilia es una enfermedad hereditaria que afecta la coagulación sanguínea. A continuación conoceremos cuáles son los principales aspectos que se deben conocer, pero sobre todo saber sobre las señales de alerta ante las que se debe reaccionar.
La hemofilia es una enfermedad hereditaria que afecta la coagulación sanguínea. Se caracteriza por la disminución o ausencia de uno de los factores de coagulación, lo que impide que la sangre se coagule correctamente.
En el Perú, se estima que hay 3 mil casos de hemofilia, pero solo 1,000 han sido diagnosticados. De este grupo, solo el 30% recibe un tratamiento adecuado.
Desarrollo de la enfermedad
«Los síntomas de la hemofilia se manifiestan desde la infancia y es crucial que los padres estén alerta a la sintomatología que puede manifestarse desde recién nacidos. La fricción de los miembros inferiores y el sangrado durante el proceso de dentición son signos que no deben pasarse por alto, ya que podrían ser indicativos de la presencia de esta enfermedad”, señala el hematólogo Juan José López.
Se debe estar atentos a los siguientes signos:
- Sangrado prolongado después de una lesión: Si su hijo sangra por más tiempo de lo normal después de un corte, rasguño o moretón, podría ser un signo de hemofilia.
- Hematomas frecuentes: Los niños con hemofilia suelen presentar hematomas con facilidad, incluso después de un golpe leve.
- Hemorragias internas: La hemofilia puede causar hemorragias internas en las articulaciones, los músculos o los órganos internos.
- Dolor articular: El dolor articular es un síntoma común de la hemofilia.
- Rigidez articular: Los niños con hemofilia pueden presentar rigidez articular, especialmente después de una hemorragia.
Es importante señalar que estos síntomas no son exclusivos de la hemofilia. Por lo tanto, es importante que los padres consulten a un médico si su hijo presenta alguno de ellos.
Complicaciones
La hemofilia puede causar complicaciones graves, como:
- Hemorragias internas: Las hemorragias internas pueden ser potencialmente mortales, especialmente si se producen en el cerebro, el abdomen o el tórax.
- Daño articular: Las hemorragias repetidas en las articulaciones pueden causar daño articular, lo que puede provocar deformidad y discapacidad.
- Otras complicaciones: La hemofilia también puede causar complicaciones como anemia, infecciones y trastornos psicológicos.
Diagnóstico y tratamiento
El diagnóstico de la hemofilia se realiza mediante pruebas de coagulación sanguínea. El tratamiento de la hemofilia consiste en administrar factores de coagulación que el cuerpo no produce en cantidades suficientes.
Los factores de coagulación se pueden administrar de forma profiláctica, para prevenir las hemorragias, o de forma curativa, para tratar las hemorragias ya existentes.
Conclusión
El diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado son esenciales para prevenir complicaciones en los niños con hemofilia. Si usted es padre de un niño que presenta alguno de los síntomas mencionados, es importante que consulte a un médico.