En un acto de solidaridad y esperanza, seis niños recibieron trasplantes de órganos que les han devuelto la calidad de vida. Las donaciones, realizadas por familiares de donantes vivos y cadavéricos, destacan la importancia de la donación en un país con escasez de donantes.

La Navidad de este año ha traído un regalo de vida para seis niños en el Perú. Gracias al acto de amor de un donante cadavérico y de familiares de pacientes, menores con enfermedades críticas recibieron trasplantes que cambiarán sus vidas para siempre. Este gesto solidario, que representa esperanza y fe en estas fechas, ha permitido que pequeños de distintas regiones del país enfrenten el futuro con nuevas oportunidades.

Entre los beneficiados están Gerald L.P. (9 años), de Ucayali, y Josué C.A. (12 años), de Lima. Ambos sufrían de enfermedad renal crónica en etapa terminal y dependían de máquinas de hemodiálisis para sobrevivir. Su única opción era un trasplante de riñón, el cual se concretó el pasado 3 de diciembre gracias a la decisión altruista de una familia que donó los órganos de su hijo tras un trágico accidente.

José también recibió un trasplante de riñón, que le cambiará la vida. Foto: Instituto Nacional de Salud del Niño San Borja.

Danna A.M. (8 años), de Lima, y Bednar C.M. (12 años), de Moquegua, también fueron beneficiados. Ambos necesitaban trasplantes de córnea para recuperar su visión. Danna sufría de opacidad corneal, mientras que Bednar padecía queratocono, una condición que genera visión borrosa. Ambos recibieron sus trasplantes el mismo día, en el Instituto Nacional de Salud del Niño San Borja (INSN San Borja).

“Esta demostración de amor por el prójimo es el mejor regalo para estos niños en Navidad. Han recibido el mejor regalo de parte del niño Dios”, expresó la Dra. Zulema Tomás Gonzales, directora general del INSN San Borja.

Más milagros para la vida

La solidaridad no se detuvo ahí. Hace unos días, José S.Y., un niño de Piura, fue sometido a un trasplante renal gracias a la donación de su madre, Yuliana Yarlequé, quien le ofreció uno de sus riñones. Este gesto convirtió a Yuliana en un símbolo de amor incondicional, al darle a su hijo una segunda oportunidad de vida.

El sexto milagro llegó con Hannah S.A., una pequeña de Lima que enfrentaba un tumor hepático. Gracias a un donante cadavérico, Hannah accedió a un trasplante de hígado el último fin de semana. Su recuperación avanza satisfactoriamente, según informaron los médicos del INSN San Borja.

Actualmente, 34 niños están en lista de espera por un órgano: 25 requieren trasplantes renales, 7 córneas y 2 un trasplante hepático

El impacto de la donación de órganos en el Perú

Desde 2017, el INSN San Borja ha realizado 81 trasplantes de órganos y tejidos, incluyendo 48 trasplantes renales, 15 hepáticos, 17 córneas y un trasplante combinado de hígado y riñón que marcó un hito médico en el país. Estos procedimientos son posibles gracias al trabajo del equipo multidisciplinario de Donación y Trasplante de la institución, y a los recursos proporcionados por el Fondo Intangible Solidario de Salud (Fissal) del Ministerio de Salud.

Sin embargo, la necesidad de donantes sigue siendo crítica. Actualmente, 34 niños están en lista de espera por un órgano: 25 requieren trasplantes renales, 7 córneas y 2 un trasplante hepático. La principal barrera es la baja tasa de donación en el país, que se sitúa en apenas 0.3 donantes por millón de habitantes.

“Un donante puede beneficiar hasta a ocho personas, al proporcionar órganos como riñones, hígado, corazón y córneas, además de tejidos como piel. Pero la falta de donantes cadavéricos limita nuestra capacidad de responder a esta necesidad”, explicó la Dra. Tomás Gonzales.

Danna y Bednar celebran frente al arbolito del INSN San Borja tras haber recibido sus trasplantes de córneas. Foto: Instituto Nacional de Salud del Niño San Borja.

La importancia de fomentar la cultura de la donación

A pesar de los avances médicos y el compromiso de las instituciones, la falta de conciencia sobre la donación de órganos sigue siendo un desafío en el Perú. La tasa de donación en el país es una de las más bajas de la región, lo que pone en evidencia la necesidad de campañas de sensibilización para fomentar esta práctica como un acto de amor y solidaridad.

“Donar órganos no solo salva vidas, sino que también transforma familias enteras. Es un acto de amor que trasciende la pérdida y da esperanza a quienes enfrentan situaciones críticas”, comentó la directora del INSN San Borja.

Un mensaje de esperanza

Los seis trasplantes realizados en diciembre son un recordatorio del poder de la solidaridad y la importancia de la donación de órganos. Para Danna, Gerald, Josué, Bednar, José y Hannah, la vida ha tomado un nuevo significado, y sus familias han encontrado un motivo para celebrar esta Navidad con esperanza renovada.

El llamado es claro: es momento de reflexionar sobre la donación de órganos como una forma de regalar vida. Iniciativas como las del INSN San Borja demuestran que, con el compromiso de las familias y el apoyo de las instituciones, es posible cambiar historias y ofrecer segundas oportunidades.

Gerald y José también recibieron trasplantes. Estas navidades serán las más felices de sus vidas. Foto: Instituto Nacional de Salud del Niño San Borja.

En palabras de la Dra. Tomás Gonzales: “Estas fechas nos recuerdan la importancia de pensar en el prójimo y en cómo nuestros actos pueden marcar una diferencia. La donación de órganos es el mayor acto de generosidad y amor que podemos realizar”.

En esta Navidad, los milagros se hicieron realidad para seis niños y sus familias. Que estas historias inspiren a más personas a convertirse en donantes y a dar el regalo más valioso: la vida.

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