Adquirir un smartphone usado puede ser una opción económica, pero también implica riesgos de ciberseguridad. ESET Latinoamérica comparte recomendaciones esenciales para garantizar un uso seguro.

Comprar un dispositivo móvil de segunda mano es una alternativa atractiva para quienes buscan ahorrar, especialmente durante la temporada festiva. Sin embargo, esta práctica no está exenta de riesgos. ESET Latinoamérica, líder en detección de amenazas informáticas, advierte sobre los principales peligros y ofrece una guía práctica para adquirir y usar estos equipos de manera segura.

Los riesgos de dispositivos usados

El mercado de teléfonos reacondicionados y de segunda mano está en auge, generando más de 13.000 millones de dólares en el primer trimestre del 2023, un 14% más que el año anterior. Sin embargo, como señala Martina López, Investigadora de Seguridad Informática de ESET Latinoamérica, “estos dispositivos pueden presentar software obsoleto, malware o carecer de controles de reacondicionamiento adecuados, exponiendo a los usuarios a diversas amenazas”.

Entre los principales riesgos, se destacan:

  • Software desactualizado: Muchos equipos ya no reciben soporte ni actualizaciones, lo que los hace vulnerables a ataques.
  • Malware instalado previamente: Los dispositivos pueden contener aplicaciones maliciosas que roben datos personales o suscriban a servicios no deseados.
  • Falta de revisiones técnicas: No todos los vendedores realizan controles para garantizar un sistema operativo limpio y seguro.

Medidas previas a la compra

Para minimizar estos riesgos, ESET recomienda investigar cuidadosamente al vendedor. Optar por minoristas o fabricantes de confianza con buenas críticas y garantías de al menos un año es crucial. También se debe evitar dispositivos con jailbreak o root realizados, ya que estas modificaciones desactivan funciones de seguridad esenciales.

Cómo preparar un dispositivo usado

Una vez adquirido el dispositivo, sigue estos pasos para garantizar su seguridad:

  1. Restablecimiento de fábrica: Borra todos los datos del propietario anterior.
  2. Actualizar el software: Instala la versión más reciente y habilita las actualizaciones automáticas.
  3. Instalar un software de seguridad: Escanea el equipo con herramientas confiables para detectar posibles amenazas.
  4. Observar señales de malware: Mantente alerta ante ventanas emergentes, rendimiento lento o aplicaciones desconocidas.

Buenas prácticas para el uso continuo

Una vez en uso, implementar medidas adicionales puede proteger tu información:

  • Configura un bloqueo de pantalla con PIN, contraseña o autenticación biométrica.
  • Realiza copias de seguridad automáticas en la nube.
  • Elimina aplicaciones innecesarias para reducir el riesgo de ataques.
  • Activa el cifrado del dispositivo y la autenticación multifactor.
  • Evita redes Wi-Fi públicas sin una VPN y desactiva Bluetooth y Wi-Fi cuando no los uses.
  • Descarga aplicaciones únicamente de tiendas oficiales y revisa los permisos que solicitan.

Como concluye Martina López, “no hay razón para que un dispositivo de segunda mano genere estrés o riesgos de seguridad si se siguen estas recomendaciones. Además, al deshacerte de un equipo, recuerda hacer una copia de seguridad y restablecer los valores de fábrica para proteger tus datos”.

*En la creación de este texto se usaron herramientas de inteligencia artificial.

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