Enfrentar el diagnóstico de una enfermedad compleja en un niño es un desafío que impacta profundamente a toda la familia. El miedo, la incertidumbre y el agotamiento emocional pueden abrumar a padres, hermanos y otros seres queridos. En este contexto, el apoyo psicológico emerge como un pilar fundamental para brindar alivio, fortaleza y unidad familiar.

Cuando un niño recibe el diagnóstico de una enfermedad compleja, el mundo de la familia se sacude. De pronto, la vida se llena de citas médicas, tratamientos, hospitalizaciones y un torbellino de emociones difíciles de procesar. La incertidumbre sobre el futuro, el miedo a lo desconocido y la impotencia ante la situación pueden generar una crisis prolongada que afecta el bienestar de todos los miembros de la familia.

«Recibir una noticia como esta, puede ocasionar una crisis prolongada, no solo al menor sino también a los padres, hermanos y seres queridos. Pero si además consideramos que muchos de los pacientes que viven en el interior del país deben seguir su tratamiento en Lima, viéndose obligados a buscar alojamiento y a adaptarse a una ciudad grande y culturalmente distinta, el impacto económico y emocional para toda la familia puede ser aún más crítico”, Milagros Cubas, psicoterapeuta y directora de CuidarNos, programa de bienestar psicológico de ConJuntos.

El apoyo psicológico, en este escenario, se convierte en una herramienta vital para ayudar a las familias a navegar por esta tormenta. No se trata solo de ofrecer un espacio para desahogarse, sino de brindar herramientas para manejar el estrés, la ansiedad y la tristeza. Es un proceso de acompañamiento que les permite comprender y procesar las emociones intensas, fortalecer sus vínculos y encontrar un nuevo equilibrio en medio de la adversidad.

«Es fundamental contar con un acompañamiento psicológico que les ayude a seguir desplegando sus recursos psíquicos, a sentirse escuchados y contenidos, y a tener espacios para poder pensar de manera reflexiva las decisiones difíciles que deben tomar, ya sea del mismo tratamiento o de temas personales», agrega Cubas.

Beneficios del apoyo psicológico

  • Reducción del estrés: El apoyo psicológico ayuda a las familias a identificar las fuentes de estrés y a desarrollar estrategias para manejarlo de manera saludable. Aprender a regular las emociones, a comunicarse de manera asertiva y a resolver conflictos puede marcar una gran diferencia en el clima familiar.
  • Fortalecimiento de la unidad familiar: Cuando una familia se enfrenta a una crisis, la comunicación puede verse afectada. El apoyo psicológico facilita la creación de espacios de diálogo honesto y respetuoso, donde cada miembro puede expresar sus sentimientos y necesidades. Este proceso ayuda a fortalecer los lazos familiares y a crear un frente unido para afrontar los desafíos.
  • Mejora del bienestar emocional: El estrés crónico puede tener un impacto devastador en la salud mental y física. El apoyo psicológico ayuda a disminuir los niveles de cortisol, la hormona del estrés, y a fortalecer el sistema inmunológico. Asimismo, brinda herramientas para afrontar la ansiedad, la depresión y otros problemas emocionales que pueden surgir en este contexto.
  • Optimización del tratamiento médico: Un estado emocional estable puede influir positivamente en la respuesta al tratamiento médico. Cuando las familias cuentan con apoyo psicológico, pueden enfocar sus energías en el cuidado del niño enfermo, lo que puede contribuir a una recuperación más rápida y a una mejor calidad de vida.
  • Prevención de problemas de salud mental: El apoyo psicológico ayuda a prevenir la aparición de trastornos mentales como la depresión y la ansiedad, que pueden ser obstáculos para el tratamiento médico.

Es fundamental recordar que el bienestar de la familia es esencial para el bienestar del niño enfermo. Buscar apoyo psicológico profesional puede marcar una gran diferencia en el camino hacia la recuperación.

Aspectos para brindar un soporte integral a las familias

  • Comunicación clara y honesta con el niño enfermo: Es importante explicarle su diagnóstico en términos que pueda entender según su edad, responder a sus preguntas y escuchar sus temores. Incluir al niño en las conversaciones sobre su tratamiento lo ayudará a sentirse más seguro y a afrontar mejor la situación.
  • Fomentar momentos de disfrute en familia: A pesar de las dificultades, es crucial encontrar espacios para compartir momentos de alegría y conexión. Jugar, reír y realizar actividades que disfruten juntos puede ayudar a aliviar la tensión y a fortalecer los vínculos familiares.
  • Cuidado del bienestar de los demás hijos: Los hermanos del niño enfermo también necesitan atención y apoyo. Es importante explicarles la situación, responder a sus preguntas y dedicarles tiempo de calidad «libre de enfermedad».

En conclusión, el apoyo psicológico es un recurso invaluable para las familias que enfrentan el desafío de una enfermedad compleja en un niño. Brinda herramientas para manejar el estrés, fortalecer la unidad familiar, mejorar el bienestar emocional y optimizar el tratamiento médico. Buscar ayuda profesional puede marcar una diferencia significativa en el camino hacia la recuperación y el bienestar de toda la familia.

LO QUE DEBES SABER

La Casa Ronald McDonald, que además de brindar un hospedaje, alimentación y orientación, también ofrecen el apoyo emocional con organizaciones aliadas como ConJuntos. 

El próximo 22 de noviembre todas las ventas de la Big Mac de McDonald's se donarán para el beneficio de más familias que lo necesitan.

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