Seamos sinceros. En el Perú, las noticias científicas nunca tienen un lugar preponderante en los medios de comunicación. Salvo, por supuesto, que se encuentre la cura de algún mal o que se dispare alguna enfermedad que amenace a todo el planeta (lo que sabemos que la mayoría de las veces no es así). Sin embargo, la mañana del martes 5 de julio fue distinto.
Una pareja de periodistas de la estación de radio más importante, durante uno de los programas más sintonizados en ese horario, cometieron un gravísimo error: mientras comentaban la llegada de la nave Juno a la órbita de Júpiter después de una travesía de cinco años, evidenciaron su desconocimiento del tema al señalar su preocupación por el estado de la tripulación debido a la cantidad de tiempo en la nave… que en realidad los únicos pasajeros que lleva a bordo son tres muñequitos de Lego.
Como era de esperarse, el hecho no fue pasado por alto por las redes sociales. Y en lo que se ha convertido en una terrible mala costumbre, muchos usuarios usaron adjetivos muy fuertes para calificar el desliz, aunque con un aparente ensañamiento hacia la periodista que cometió el error (del periodista varón que la acompañaba no se dijo mucho).
Tras el hecho, esta periodista utilizó las redes sociales para manifestar sus disculpas por el error: “Pido mil disculpas por el error. Con sincera humildad. Y lo asumo de manera totalmente personal. La verdad, al momento de llegar al estudio es imposible haber leído los 80 encabezados de notas que incluyen la pauta del programa y haberlos investigado todos. Por lo general, suelo estar al tanto de la actualidad peruana e internacional pero también soy humana y hay cosas que se me pueden escapar. ¿Esto me define como periodista? No.”
Yo soy también periodista, pero tengo muchos amigos que trabajan en radio y televisión y comprendo las distintas situaciones que se presentan en cada una de las plataformas, sobre todo cuando se trata de un programa emitido en vivo en donde, aunque parezca broma, se requiere harta cancha y valentía para resolver las diferentes situaciones que se puedan presentar.
Sin embargo, hay una situación muy compleja y que es la que debería concentrar nuestra atención: la falta de formación en comunicación científica que hay en el Perú. Claro, soy consciente que el problema es mucho más profundo. Pese a todos los esfuerzos que se hacen, con recursos mínimos, y muchas veces alcanzando objetivos trascendentes,lamentablemente la ciencia no es una prioridad en este país. No lo es para el Estado. Y así, siguen creciendo peruanos pensando en que la ciencia es algo aburrido, que no sirve para mucho, que solo se hace en países desarrollados, y que la ciencia no es algo fundamental en nuestras vidas.
Pero volviendo al tema que genera este post, para la mayoría de medios de comunicación las noticias científicas interesantes son solo las apocalípticas, las que hablan de enfermedades o amenazas a la salud nuevas (y que de ser posible prometan acabar con toda la humanidad), o las que muestran alguna rareza (de ser posible una malformación genética). Y como son noticias con tintes “vedettescos” creen que solo basta con tener el texto que llegó por una agencia de noticias o fue sacado de alguna web (probablemente sin fuentes confiables) y difundirlo.
Es entonces que se echa de menos la presencia de un comunicador especializado en este tipo de temas. ¿Por qué? Porque cuando se comunica ciencia es necesario conocer todo el contexto de una investigación, de un experimento, de una evaluación. Es necesario conocer el background, aterrizar la información y traducirla a un lenguaje más amigable, de manera que conceptos complejos puedan ser comprendidos por toda la audiencia y, sobre todo, que se pueda entender la verdadera importancia de cualquier proeza en ese campo. Hay que ser claros: las noticias científicas son muy importantes para la sociedad, porque ayudan a que nos demos cuenta hacia dónde estamos avanzando como humanos. Por ello la necesidad de ser muy precisos, para que el mensaje llegue sin errores.
Así como se cuentan con especialistas en temas de política, economía, deportes, espectáculos, es necesario que cuenten con especialistas en temas científicos y tecnológicos. De esa manera también se evitan episodios como el de la mañana del martes 5 de julio en donde, por falta de familiaridad con el tema y las exigencias del formato del programa, quedaron expuestas las falencias de ambos periodistas.