No es tan solo un argumento esgrimido por aquel que le interesa comprarlo al menor precio posible. Las redes de comunicaciones elaboradas con fibra óptica se devalúan con el paso del tiempo.
Cuando hablamos de una red de fibra óptica como la Red Dorsal, nos referimos a un conjunto de cables de fibra que han sido colgados en los postes de luz, junto al tendido eléctrico, a lo largo del país. Estos cables se conectan en unas centrales – que se llaman nodos – a través de unos equipos que controlan y ordenan el tráfico que circula en la red.
Esos equipos – routers, por ejemplo – son eléctricos y tienen un sistema especial de cómputo instalado. Su tiempo de vida promedio es de cinco años, bien cuidados. Esto lo dicen los gerentes e ingenieros de diferentes empresas del sector, no solo los interesados en su adquisición.
El proyecto de la #RedDorsal se hizo a 20 años porque existía la intensión de poder ofrecer el servicio de tráfico de datos – esos unos y ceros que circulan por el Internet que va en la fibra – a otros operadores privados. Es decir algo así como alquilar la red a Telefónica o Claro para llevar Internet.
Ya se ha repetido hasta el cansancio, pero no está de más decirlo una vez más: uno de los problemas de la Red Dorsal es que no consiguió clientes. Estuvo lista a tiempo, en setiembre del 2016, pero al salir al mercado en busca de quienes la alquilen para transportar datos, no los encontró. Los operadores, que no tenían red en la zona de la Dorsal antes de que fuera construida, montaron sus propias redes de fibra y no la necesitaban.
El tema era que el precio que cobraba la Red Dorsal era muy alto para el mercado y no podía ser variado. Bitel o Telefónica tenían sus redes de fibra por la misma zona a mucho menor precio, entonces a la larga a un operador sin redes de fibra como Entel les salía más a cuenta alquilársela a otro privado que a un servicio público operador por un privado (Azteca).
Azteca construyó la Red Dorsal con capital estatal bajo la modalidad de Asociación Público Privada (APP). Tienen un contrato con el Perú. La red nos pertenece a todos los peruanos, pero ellos se encargan de mantenerla. Sí, porque es más caro y trabajoso mantener la fibra y sus equipos que mantener una carretera o una casa.
La Red Dorsal implicó una inversión de US$ 333 millones. El Estado iba a pagar por 20 años el mantenimiento y luego retornaba o se volvía a licitar. Pero se suponía que ese monto de pago mensual sería cada vez menor, porque habrían clientes privados generando ingresos. Eso no pasó. La red solo se usa un 10%, según un estudio del Banco Mundial para el MTC del año pasado, y por eso el Estado está pagando las cuentas de Azteca cuando en teoría, según lo soñado, ya no debería hacerlo.
En el 2018, cuando el Estado empezó a ver cómo resolvía este problema, el Osiptel hizo un estudio en donde, incluso, se estimó el valor de liquidación de la red en US$ 3,35 millones. Es decir si en mayo de ese año se daba por concluido el contrato, solo había que pagarle a Azteca ese monto.
Una solución de un tema tan complejo como el cierre del contrato con Azteca no se resume en un par de líneas. Hay analistas y abogados estudiando el tema al detalle. Azteca ya dijo que se va y el Estado dijo que no se queda de ninguna manera. Están negociando los términos. Y eso no es algo simple de resolver. Pero el valor de construcción invertido por Azteca ya fue pagado. Además, todos los años se paga mantenimiento – unos US$14 millones el 2019 – por una red que no se usa por completo pero debe estar encendida.
¿Cuanto vale hoy la Red Dorsal? No solo la fibra, sino los equipos. Esa tasación la hacen los expertos, no podemos los periodistas afirmar por simple infusión divina un monto. Pero sin duda está devaluándose cada año que pasa, tal como puede suceder con un carro o una computadora. Y mientras más tiempo pase, menos valdrá si se desea venderla. Incluso si solo se busca alguien nuevo que la mantenga, es probable que tenga que renovar los equipos de conectividad en los nodos y eso no será gratis, nos lo van a cobrar.
Este post es de Marcela Mendoza Riofrío, periodista especializada en Tecnología, y fue publicado originalmente en su blog personal. Esta republicación se realiza con autorización expresa del autor.
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